Comentario
SABIDURIA
Capítulo XIII
1.-Ciertamente vanos son de naturaleza todos los hombres que tienen ignorancia de Dios, y que de los bienes que se ven no pudieron alcançar a conocer al que es; ni considerando las obras conocieron al artífice.
2.-Mas o el fuego, o el aire, o el viento commovido, o el cerco de los planetas, o el agua violenta, o las luminarias del cielo pensaron que eran dioses governadores del mundo.
3.-Que si la hermosura de estas cosas les dava contento, y por tanto las estimavan dioses, havían de entender cuánto más aventajado sería el Señor de ellas, pues el autor de toda hermosura las havía criado.
4.-Y si de su potencia y de su eficacia se maravillavan, de las mismas havían de considerar cuánto más poderoso sería el que las hizo.
5.-Porque de la grandeza, de la hermosura, y de la proporción de las criaturas se declara el Criador de ellas.
6.-Mas aun en esto la reprehensión es pequeña, porque por ventura erraron con estudio de buscar y de hallar a Dios.
7.-Porque se ocuparon al fin en escudriñar sus obras, y creyeron a la vista y obedecieron a los ojos, porque las cosas que se ven son hermosas.
8.-Mas ni aun en esto son dignos de perdón.
9.-Porque si tanto pudieron conocer que pudiessen comprehender el mundo en sus conjecturas, ¿cómo no hallaron antes al Señor de estas cosas?
10.-Mas desventurados de ellos, y su esperança con los muertos, que llamaron dioses las obras de humanas manos: el oro, la plata obrada por artificio, y imágines de animales, o una piedra de una obra inútil antigua.
11.-O si algún carpintero mondó sabiamente la corteza de algún árbol cortado para alguna obra, y usando del arte hizo alguna obra acomodada para el común uso.
12.-Y gastó las acepilladuras de la obra en aparejar comida de que se hartó.
13.-Y tomó un tronco para nada útil, lleno de ñudos, que cortó de allí, y esculpiólo con diligencia muy de su espacio, y figurólo con la sabiduría de su entendimiento, y hízolo semejante a la figura de un hombre.
14.-O hízolo semejante a algún vil animal; después untándolo con bermellón y con alvayalde le dio color y cubrió todas las manchas que en él estavan.
15.-Y haziéndole una capilla digna de él, lo puso en la pared y lo afirmó con hierro;
16.-Y ansí le proveyó para que no cayesse, sabiendo que él no se puede ayudar porque es una imagen y ha menester ayuda.
17.-Y después no tiene vergüença de hablar a una cosa que no tiene alma, orándole por sus possessiones, por sus casamientos y por sus hijos.
18.-Y otras vezes por la salud invoca al enfermo, otras vezes ruega al muerto por la vida, otras vezes ruega por socorro al que ninguna experiencia tiene.
19.-Otras vezes, haviendo de ir algún camino, llama al que
no puede dar ni aun un passo; finalmente para la ganancia, para la obra, para el buen sucesso de lo que hiziere, pide del que no puede ni aun mudarse.
Capítulo XIV
7.-Porque bendito es el madero por el cual se exercita justicia.
8.-Mas el que es hecho de mano, maldito es él y el que lo hizo; éste porque lo hizo y aquél porque siendo corruptible tuvo nombre de Dios.
9.-Porque igualmente son aborrecibles a Dios el impío y su impiedad.
10.-Por lo cual la obra y el hazedor havrán castigo.
11.-Por tanto también sobre los ídolos de las gentes havrá visitación, por cuanto de criatura de Dios son afeados en abominación y en trompeçadores a las ánimas de los hombres y en lazo a los pies de los ignorantes.
12.-Porque el principio de la fornicación fue la excogitación de los ídolos, y la corrupción de la vida la invención de ellos.
13.-Porque ni fueron desde el principio, ni serán para siempre.
14.-Porque por vanagloria de los hombres entraron en el mundo, y por tanto su breve fin les está determinado.
15.-Porque el padre entristecido de gran dolor por la muerte de su hijo, que le fue quitado antes de tiempo, hízole una imagen; y primero la començó a honrar como a un hombre muerto, mas después como a Dios, y dio a sus vasallos ceremonias y sacrificios.
16.-Después confirmada con el tiempo la impía costumbre, guardóse como ley, y por mandamiento de los tiranos eran honradas sus estatuas esculpidas.
17.-Los que presentes no podían honrar los hombres por morar lexos de ellos, haziendo figura de su presencia lexos apartada, hizieron ilustre la imagen del rey a quien querían honrar por lisongearle afectadamente ausente como si fuera presente.
18.-Y finalmente para estendimiento del impío culto, también la ambición del artífice exhortó los ignorantes.
19.-Porque a la verdad éste, desseando por ventura agradar al señor, trabajó de sacar por el arte la imagen más hermosa.
20.-Y el vulgo atraído por la hermosura de la obra, al que primero honrava como a hombre, luego lo començó a estimar por dios.
21.-Y esto ha sido en assechanças para la vida, porque los hombres puestos en trabajo o en servidumbre, el nombre que a ninguna criatura se havía de comunicar, pusiéronlo a las piedras y a los leños.
22.-Después no bastó errar acerca del conocimiento de Dios, mas aun biviendo en grandíssima guerra de ignorancia, a estos tantos y tan grandes males llaman paz.
23.-Porque o haziendo sacrificios en que matan sus hijos, o ocultos misterios, o vigilias de otros ritos llenas de locura,
24.-ya ni la vida, ni los matrimonios guardan limpios, mas los unos a los otros o se matan por assechanças o con adulterios se atormentan.
25.-Y todo finalmente anda rebuelto, sangre, homicidio, hurto y engaño, corrupción, infidelidad, alboroto, perjurio.
26.-Perturbación de bienes, olvido de beneficios, ensuziamiento de ánimas, enagenamiento de decendencia, desorden de matrimonios, adulterio y desvergüença.
27.-Porque el nefando culto de los ídolos de todo mal es origen, y causa y fin.
28.-Porque o enloquecen alegrándose, o adivinan falsedades, o biven injustamente, o fácilmente se perjuran.
29.-Porque confiando en imágines sin ánima, cuando mal juran, no esperan que les dañará.
30.-Mas por ambas causas serán justamente castigados; porque dados a los ídolos sintieron mal de Dios; y porque menospreciaron la Sanctidad juraron injustamente con engaño.
31.-Porque no es el poder de aquellos por quien juran lo que trae el castigo de los injustos, mas la justa vengança de los que pecan.
Capítulo XII
1.-Porque tu espíritu incorruptible está en todos.
2.-Por lo cual a los que caen poco a poco los redarguyes, y amonestándoles en lo que pecan los avisas, para que libertados de la maldad crean en ti, Señor.
3.-Porque aborreciendo tú a los antiguos moradores de tu sancta tierra,
4.-por cuanto hazían obras aborrecibles de encantamientos y sacrificios impíos,
5.-matadores sin misericordia de sus hijos, y comedores de entrañas de humanas carnes, y de comida de sangre [...],
6.-[...] quesístelos destruir por las manos de nuestros padres.
12.-Porque ¿quién havía de dezir: "qué has hecho"? ¿o quién se havía de oponer a tu juizio? ¿o quién te havía de acusar por haver destruido las gentes que tú heziste? ¿o quién havía de tomar la causa contra ti en defensa de los hombres injustos?
13.-Porque no hay Dios mas que tú, que tienes cuidado de todas las cosas, para mostrarte que no juzgas injustamente.
14.-Porque ni rey ni tirano te podrá mirar por los que tú castigares.
15.-Porque siendo como eres justo, justamente goviernas todas las cosas [...].
16.-Porque tu fuerça es también el principio de la justicia; y el ser Señor de todos, te haze perdonar a todos.
17.-Entonces muestras tu fuerça y en los sabios redarguyes el atrevimiento, cuando la grandeza de tu potencia no es creída.
18.-Mas tú, Señor, de potencia juzgas con equidad, y con mucho regalo nos goviernas, porque cuando quisieres, el poder te es presto.
Capítulo XV
1.-Empero, ¡oh, Dios nuestro! eres benigno y verdadero, y paciente, y que goviernas todas las cosas con misericordia.
2.-Porque si pecáremos, tuyos somos conociendo tu potencia, mas no pecaremos si supiéremos que somos contados por tuyos.
3.-Porque conocerte es la sólida justicia; y entender tu potencia es raíz de inmortalidad.
Capítulo XVI
13.-Porque tú tienes la potestad de la muerte y de la vida, y llevas hasta las puertas del sepulcro, y tornas a traer.
14.-El hombre a la verdad podrá matar con su malicia, mas no podrá hazer bolver el espíritu una vez salido, y que el ánima una vez tomada torne al cuerpo.
15.-Mas huir tu mano es impossible.
16.-Por lo cual los impíos negando conocerte, con la fuerça de tu braço fueron açotados con lluvias nunca vistas, con granizos y aguas, padeciendo persecución inevitable, y consumidos de fuego.
Suficientemente se ha mostrado por el testo de la Sagrada Escriptura arriba puesto la gran malignidad de la idolatría y de los idólatras. Pero para condecender con las personas de baxo entendimiento conviene confutar este maldito vicio muy en particular.
A.-La verdadera lumbre para conocer al verdadero Dios y a los dioses falsos y engañosos consiente en la inteligencia de la divina Escriptura, la cual possee como un preciosíssimo tesoro muy claro y muy puro la Iglesia Católica, al cual todos los que se quieren salvar son obligados a dar todo crédito, por ser verdades reveladas y procedientes de la eterna verdad, que es Dios.
B.-Por esta causa para alumbrar en el conocimiento de la eterna verdad, que es Dios, y en el conocimiento de los falsos dioses, que son pura mentira y invención del autor y padre de toda mentira, que es el diablo, puse el testo de la Sagrada Escriptura arriba escripto, donde clara y abiertamente se conoce [e]l principio que tuvieron los ídolos, y los grandes males en que incurrieron los hombres por la adoración de ellos.
C.-Por relación de la divina Escriptura sabemos que no hay, ni puede haver más dios que uno, criador de todas las cosas, y governador y conservador de todas ellas, como arriba queda dicho. Non est enim alius deus quam tu, cui cura est de omnibus; quiere dezir: "Señor, no hay otro dios más que Vos solo, el cual tenéis cuidado de todas las cosas".
D.-Síguese de aquí claramente que Uitzilopuchtli no es dios, ni tampoco Tláloc, ni tampoco Quetzalcóatl; Cioacóatl no es diosa, Chicomecóatl no es diosa, Teteuinnan no es diosa, Tzaputlatena no es diosa, cioateteu no son diosas, Chalchiuhtliicue no es diosa, Uistocíoatl no es diosa, Tlaçultéutl no es diosa, Xiuhtecutli no es dios, Macuilxúchitl o Xuchipilli no es dios, Umácatl no es dios, Ixtlilton no es dios, Opuchtli no es dios, Xipe Tótec no es dios, Yiacatecutli no es dios, Chicunquiáuitl no es dios, Chalmecacíoatl no es diosa, Acxumúcuil no es dios, Nácxitl no es dios, Cochímetl no es dios, Yacapitzáoac no es dios, Napatecutli no es dios, tepictoton no son dioses; el sol, ni la luna, ni la tierra, ni la mar, ni ninguno de todos los otros que adorávades no es dios; todos son demonios. Ansí lo testifica la Sagrada Escriptura, diziendo: omnes dii gentium demonia; quiere dezir: "todos los dioses de los gentiles son demonios".
E.-¡Oh, malaventurados de aquellos que adoraron y reverenciaron y honraron a tan malas criaturas y tan enemigos del género humano como son los diablos y sus imágines, y por honrarlos ofrezían su propria sangre y la de sus hijos y los coraçones de sus próximos, y los demandavan con gran humildad todas cosas necesarias, pensando falsamente que ellos eran poderosos para los dar todos los bienes y librarlos de todos los males! Y para alcançar esto hazían largas oraciones y se afligían con muchos ayunos y vigilias, y hazían otras muchas asperezas en sus cuerpos, y los ofrezían piedras preciosas y mantas ricas y plumages de gran valor y flores y olores de mil maneras. Adoravan, honravan y reverenciavan a sus mortales enemigos; y que no solamente no merecen honra, ni reverencia ninguna, pero merecen ser aborrecidos, detestados y abominados por ser malditos y enemigos de Dios y de todos los hombres.
F.-¡Oh, mucho más malditos y malaventurados aquellos que después de haver oído las palabras de Dios y la doctrina cristiana perseveran en la idolatría; y mucho más dignos de llorar los que después de baptizados y de haverse convertido a Dios tornan a hazer supersticiones o a idolatrar! Todos los que tal hazen son hijos del diablo y dignos de gran castigo en este mundo, y en el otro de grande infierno.
G.-Esta fue la causa que todos vuestros antepasados tuvieron grandes trabaxos de continuas guerras, hambres y mortandades, y al fin embió Dios contra ellos a sus siervos los cristianos, que los destruyeron a ellos y a todos sus dioses; y si algunos trabaxos hay agora es porque hay aún algunos idólatras entre vosotros, porque aborrece Dios a los idólatras sobre todo género de pecadores, por ser el pecado de la idolatría el mayor de todos los pecados, y los idólatras en el infierno son atormentados con mayores tormentos que todos los otros pecadores; su lloro y sus lastimeras palabras, sus lamentaciones y dolor no remediable, en la Sagrada Escriptura está escripto.
A.-Dizen los malaventurados idólatras: Erravimus in via veritatis, etc. Sapientie, 5. capítulo: "Errado havemos en el camino de la verdad; no nos alumbró la luz de la justicia, no nos nació el sol de la inteligecia, fatigónos y cansónos el camino de la maldad y de la perdición; anduvimos por caminos ásperos y fragosos. ¿Qué nos aprovechó la soberbia y gloria del mundo? ¿Qué nos aprovecharon las riquezas vanas? Todas aquellas cosas como sombra passaron y como un mensajero que va de camino y con gran priesa, o como un navío que pasa con gran furia por la mar, que no dexa señal ninguna del camino; o como un ave que pasa bolando por el aire con gran velocidad que jamás se puede ver por dónde pasó; o como una saeta que sale de la vallesta con gran ímpetu y llega a donde la endereça el vallestero sin dexar rastro alguno de su passada. De esta manera nos aconteció a nosotros, nacidos, en breve tiempo se nos acabó la vida, y ningún rastro dexamos de buena vida; feneciéronse nuestros días en nuestra malignidad y en nuestro mal vivir".
B.-Tales cosa dixeron los pecadores en el infierno con grandíssimo dolor de su coraçón, y con llanto de gran tristeza, y con lágrimas no remediables, porque no quisieron conocer ni servir al verdadero dios, criador y regidor de todas las cosas; cuando començó su tormento, entonce començó su llanto, dolor y lágrimas, y agora están en él y para siempre jamás perseverarán en él. Los que conocen y sirven y obedecen al solo y verdadero Dios, gozarán de sus riquezas y gozos eternos, porque es infinitamente bueno y suave; ansí queda dicho en el testo de la Sagrada Escriptura arriba puesto; dize de esta manera:
C.-O quam bonus et suavis est domine spiritus tuus in omnibus, etc.; quiere dezir: "¡Oh, señor Dios nuestro, cuán bueno y suave es el vuestro espíritu para con todos!" Y es como si dixesse: "¡Oh, señor Dios nuestro! El vuestro omnipotente amor, que es el vuestro divino espíritu, derrama su bondad y suavidad sobre todas las cosas que criastes, dando a todas vuestras criaturas virtud de que el hombre se pueda aprovechar y a vos mismo os comunicáis al hombre en diversas maneras, monstrando a vuestros siervos la vuestra benignidad; los dais lumbre para que os conozcan y mandamientos para que os sirvan, para que conociéndoos y serviéndoos alcancen la inmortalidad; y a los que de vuestros siervos os ofenden, no los condenáis luego, mas antes los amonestáis por vuestros sanctos predicadores y los favorecéis con vuestros sanctos sacramentos, para que se aparten de los pecados y permanezcan en vuestra sanctíssima amistad. Y a los que no os quieren conocer, perseverando en la idolatría, o no quieren apartarse de sus pecados y guardar vuestros mandamientos, castigáis con eternos tormentos; y esto hazéis con tan grande rectitud y justicia que nadie en los cielos ni en la tierra puede tachar vuestras obras con razón ni con verdad, ni deziros: '¿Por qué Señor hazéis esto?' Porque no solamente sois justo, pero sois la misma justicia y la misma sabiduría y fortaleza, y vois sois el señor universal de todas las cosas, y sois el dador y distribuidor de todos los bienes".
D.-En lo arriba dicho está claro cuán bueno y cuán digno de ser amado, loado, y obedecido y reverenciado es nuestro señor Dios, criador, señor y governador de todas las cosas; y de lo mismo parece ansimismo claríssimamente cuán malvados, traidores y mentirosos, aborrecibles y crueles son los dioses que vuestros antepassados adoraron y honraron tan largos tiempos.
E.-Por vuestra misma relación sabemos que los antiguos mexicanos adoraron y tuvieron por dios a un hombre llamado Uitzilupuchtli, nigromántico, amigo de los diablos, enemigo de los hombres, feo, espantable, cruel, reboltoso, inventor de guerras y de enemistades, causador de muchas muertes y alborotos y desasosiegos. A éste tan péssimo hombre hazían grandes fiestas vuestros antepassados cada año; y en cada fiesta matavan por su honra, y delante de su imagen y en su capilla, muchos hombres, sacándoles los coraçones y ofreciéndolos al mismo Uitzilopuchtli, derramando delante de él su sangre y comiendo las carnes de ellos ansí sacrificados. Estas son cosas horrendas, abominables, crueles y muy vergonçosas.
F.-También sabemos por vuestra relación que en todas estas tierras de esta Nueva España vuestros antepassados adoravan a un dios llamado Tezcatlipuca o Titlacaoan, y por otro nombre llamado Yáutl o Nécuc Yáutl, y por otro nombre Moyocoya o Neçaoalpilli. Este dios dezían ser espíritu, aire y tiniebla; a éste atribuían el regimiento del cielo y de la tierra, y le adoravan, reverenciavan y ofrecían como a hazedor y dador de todas las cosas y de todos los bienes, y le rogavan por todas sus necessidades; a éste hazían fiestas cada año, y matavan a su honra un mancebo cada año en su fiesta, escogido entre muchos, que ninguna tacha tuviesse en su cuerpo, sabio en hablar, en cantar y tañer, criado por espacio de un año en todas maneras de deleites; matávanle en el mes llamado tóxcatl, que caía a 23 días de abril. En esta fiesta se hazía gran solenidad a honra de este dios. Este dios dezían que perturbava toda paz y amistad, y sembrava enemistades y odios entre los pueblos y reyes; y no es maravilla que haga esto en la tierra, pues también lo hizo en el cielo, como está escrito en la Sagrada Escriptura: Factum est prelium magnum in celo, etc.-Apoca. 12-. Este es el malvado de Lucifer, padre de toda maldad y mentira, ambiciosíssimo y superbíssimo, que engañó a vuestros antepassados.
G.-También consta por vuestra propia relación que vuestros antepassados adoraron y tuvieron por dios a un diablo que ellos llamaron Tláloc o Tlaloque Tlamacazqui. A este diablo, con muchos otros sus compañeros llamados tlaloque, atribuían vuestros antepassados falsamente la lluvia, los truenos, rayos y granizo, y todas las cosas de mantenimientos que se crían sobre la tierra, diziendo que este diablo, con los demás sus compañeros, lo criavan y davan a los hombres para sustentar la vida. A honra de este diablo y sus compañeros hazían gran fiesta el primero día del año, cada un año, que era el segundo día de febrero, en el cual día matavan innumerables niños sobre todos los montes iminentes. Esta horrenda crueldad hazían vuestros antepassados engañados por los diablos, enemigos del género humano, y haviéndose persuadido que ellos los davan las pluvias. Como sólo Dios es el que da las pluvias y todo lo que en la tierra se cría, como parece claro por la Sagrada Escriptura: Dabo vobis pluvias temporibus suis, et terra germinavit germen suum et pomis arbores replebuntur.-Levitici, 26-, quiere dezir: "Yo os daré pluvias en sus tiempos y la tierra por mi mandado engendrará sus yervas y mantenimientos, y por mi mandado los árboles se hinchirán de fructos". Por ignorar vuestros antepassados las verdades de la Sagrada Escriptura se dexaron engañar de diversos errores de los demonios, nuestros enemigos.
A.-Dize la Sagrada Escriptura: Incommunicabile nomen lapidibus et lignis imposuerunt.-Sapientie, 14-, quiere dezir: "A tan gran locura y ceguedad vinieron los malaventurados idólatras que el nombre que a sólo Dios pertenece le aplicaron a hombres y mugeres, y a los animales, y a los maderos y piedras". Esta maldad y traición hizieron vuestros antepassados, que el nombre maravilloso que es Dios, el cual a sola la divinidad conviene, le aplicaron a cosas baxas y indigníssimas.
B.-Llamaron dios a Quetzalcóatl, el cual fue hombre mortal y corruptible, que aunque tuvo alguna aparencia de virtud, según ellos dixeron, pero fue gran nigromántico, amigo de los diablos y por tanto amigo y muy familiar de ellos, digno de gran confusión y de eterno tormento y no de que le festejassen como a dios y le adorassen como a tal. Erraron grandemente vuestros antepassados en la adoración de este pobre hombre mortal y corruptible, y dixeron de él muchas y muy grandes mentiras como en su historia está claro; lo que dixeron vuestros antepassados que Quetzalcóatl fue a Tlapallan y que ha de bolver, y lo esperéis, es mentira, que sabemos que murió; su cuerpo está hecho tierra y a su ánima nuestro señor Dios la echó en los infiernos; allá está en perpetuos tormentos.
C.-Erraron ansimismo en la adoración de un diablo que pintavan como muger, al cual llamaron Cioacóatl; cuando aparecía, aparecía en forma de muger del palacio; espantava, asombrava y bozeava de noche y, según la relación de vuestros antepassados, este demonio dava pobreza y trabajos, lloros y afliciones; y hazíanla fiesta y sacrificios, y dávanle ofrendas porque no los ofendiese. Esta fue una gran locura que hazían porque ignoravan que sólo Dios puede librar de todo mal, y que el diablo no puede empecer a quien Dios guarda. Assí está escripto en los divinos libros: Quoniam inme speravit liberabo eum; protegam eum quoniam cognovit nomem meum, clamavit ad me et ego exaudiam eum, cum ipso sum in tribulatione, eripiam eum, et glorificabo eum.-Psal., 90-; quiere dezir, dize Dios: "Aquel que esperare en mí, yo le libraré; ampararle he porque conoció mi nombre; llamarme ha y yo le oiré; estaré con él en la tribulación; defendenrle he y glorificarle he". En estas divinas palabras está muy claro que sólo Dios defiende y ampara y consuela en las tribulaciones a los que creen en él y esperan en él, y que sólo él deve ser llamado para que nos socorra en nuestras necesidades y no otro, porque no hay otro Dios alguno sino sólo él.
D.-En muchas otras cosas los diablos engañaron a vuestros antepassados y burlaron de ellos, haziéndolos creer que algunas mugeres eran diosas y por tales las adoravan y reverenciavan, como es una de ellas Chicumecóatl, de la cual dezían que ella hazía todos los mantenimientos y maneras de comidas de que se mantienen los cuerpos humanos. La segunda de éstas dezían ser Teteuinnan y por otro nombre la llamavan Tlalliiyollo, y por otro Tóci; dezían que ésta era la madre de los dioses y que era su abuela. Eran muy devotos de ésta los médicos y las médicas, los hechizeros y hechizeras, y los señores de los baños y temazcales, y llamávanla Temazcalteci; toda esta gente la hazían fiesta cada año con muchos sacrificios y ofertas.
E.-La tercera de estas diosas se llamava Tzaputlatena; dezían que era la inventora del úxitl y que ella sanava de muchas enfermedades. Eran sus devotos y devotas los que hazen el úxitl y los que lo venden, y la hazían fiesta cada año, y hazían sacrificios y ofrendas a su honra.
F.-La cuarta diosa era la diosa del agua, llamada Chalchiuhtliicue. A ésta atribuían todos los peligros del agua y de la mar como autora de ellos, y por esto la temían y reverenciavan, y hazían sacrificios y ofrendas en su fiesta; dezían que era hermana de los dioses tlaloques. La quinta de estas diosas se llama Tlaçultéutl, y es como la diosa Venus; a ésta con otras tres hermanas suyas las atribuían todas las obras de los suzios amores y del remedio de ellos, y por esta causa las adoravan [y] sacrificavan; y por otro nombre la llamavan Iscuina, y a todas cuatro ixcuiname, que es nombre de un animal como lobo. De estas cuatro diosas tomavan y toman sus nombres las mugeres mexicanas, que son Tiacapan, Teicu, Tlacu, Xuco; conviene quitárselos. En la historia de estas diosas se pone la confessión auricular que usavan estos naturales.
G.-También creían vuestros antepassados que las mugeres que murían del primer parto se hazían diosas y las llamavan cioateteu o cioapipilti, y las adoravan como a diosas -aun ante que las enterrassen- y cada año hazían fiesta de ellas y sacrificavan y ofrezían a su honra, y tenían a honra de ellas edificados muchos oratorios por los caminos. Es esta adoración de mugeres, cosa tan de burlar y reír, que no hay para qué hablar de la confutar por autoridades de la Sagrada Escriptura.
A.-Otros muchos dioses no tan principales como los ya dichos inventaron vuestros antepassados, uno de los cuales y muy común es el dios del fuego, al cual llamaron Xiuhtecutli, y por otro nombre Ixcuçauhqui, y por otro nombre Cueçaltzin, y por otro nombre le llamavan Ueuetéutl, y también Tota; adoravan al fuego como a dios y teníanle por dios por los maravillos[os] efectos que haze de quemar, calentar, asar, cozer, etc. Hazían fiesta muy solenne a este dios en el mes que se llama izcalli, donde a su honra matavan muchos captivos, y hazían muchas ofrendas y cerimonias. En la fiesta de este dios, de cuatro en cuatro años, agujeravan las orejas a los niños y niñas -hay conjectura que en este año echavan seis días de nemontemi, y ansí hazían bisesto cada cuatro años. Grande ceguedad fue ésta de vuestros antepassados, que a la criatura irracional que crio Dios para servicio de todos los hombres la adorasen por dios como si entendiese.
B.-Otro demonio adoravan vuestros antepassados, al cual llamavan Macuilxúchitl, por otro nombre Xochipilli. Dezían de él que hería con almorranas y con otras enfermedades de las partes secretas, en especial a los que cuando le ayunavan su ayuno el hombre dormía con muger, o la muger con hombre; y por este respecto y por tenerle por dios le hazían fiesta y le sacrificavan hombres, y le hazían otras ofertas y votos movidos por la locura de su ignorancia.
C.-A otro demonio adoraron, del cual dixeron que era el dios de los combites y le llamaron Omácatl. Llevavan a sus combites uno de sus sacerdotes vestido de los atavíos del dios Omácatl, y allí le honravan y reverenciavan como a dios los ciegos y pobres de vuestros antepassados. Otro demonio adoraron vuestros antepassados, el cual llamaron Ixtlilton, y por otro nombre Tlaltetecuin; de éste dezían que tenía cargo de encetar o probar las tinajas del pulcre, y de que estuviesse muy limpio en su templo, el cual era de tablas. Tenían muchos librillos llenos de agua, y si algún niño o niña enfermava, llevávanle a bever de aquel agua y dezían que sanava, según su loca imaginación. Cuando este dios iva a visitar las tinajas del pulcre hazían grandes cerimonias y muy vanas.
D.-Otro demonio adoraron vuestros antepassados al cual llamaron Opuchtli y dixeron que era el dios de los pescadores, y que de él havían procedido todos los instrumentos del pescar; por esta causa todos los pescadares, cada un año, le hazían fiesta y le honravan con muchas ofrendas y cerimonias, tan locas como vanas. Otro diablo adoraron por dios vuestros antepassados al cual llamaron Xipe Tótec, el oficio del cual era herir con diversas enfermedades, en especial con mal de ojo, sarna y viruelas, y otras enfermedades; y los que estavan enfermos de alguna de las enfermedades que él dava hazía[n] voto y promesa de le servir con alguna oferta si le sanase. Hazíanle fiesta en el mes que llamavan tlacaxipeoaliztli, en el cual día le hazían muchas ofertas y sacrificios y grandes cerimonias llenas de vanidad y crueldad.
E.-Otro diablo adoraron vuestros antepassados al cual llamaron Yiacatecutli, y por otro nombre Yacaculiuhqui. Este dezían ser el dios de los mercaderes, al cual todos los mercaderes tenían gran devoción y le hazían fiesta cada año; matavan por su servicio muchos esclavos cada año en su fiesta. Las cañas que los mercaderes usan traer de camino, en especialmente las negras, antiguamente las traían a honra de este dios; y llegando a la noche, a cada jornada, se sacrificavan, sacando sangre de las orejas delante de la misma caña hincada en tierra, y hazían otras cerimonias endereçándolas a este diablo. A otros cuatro diablos que servían también los mercaderes, uno se llamava Chicunquiáuitl o Chalmecacíoatl, otro llamado Acxomúcuil, otro Nácxitl, otro Cochímetl, otro Yacapitzáoac.
F.-Otro diablo adoraron vuestros antepassados al cual llamaron Nappatecutli; dixeron que era el dios de los que hazen petates y icpales, y que él fue el inventor de esta arte, y que por su virtud crecían y se criavan las espadañas, juncias y juncos. Todos los oficiales de petates e icpales y tlacuextes tenían a éste por dios y le hazían fiesta cada año, y a su honra matavan esclavos y hazían otras ofertas y cerimonias en su fiesta. El sacerdote de este dios que ellos llamavan ixiptla, que quiere dezir su imagen, acostumbrava andar por las casas con una xícara con agua en la una mano y un ramo de salze en la otra, y rociava con el ramo las casas y personas, bien como quien echa agua bendita, y todos la recibían con gran devoción.
G.-Otro diablo adoraron vuestros antepassados el cual tenía debaxo de su obediencia otros muchos diablos; llamáronle Tezcatzóncatl; dezían que era el dios del pulcre. Hazíanle fiesta muchas vezes cada año, en especial los que hazían vino, que se llaman tlachicque; todos, hombres y mugeres, moços y moças, niños y niñas, en especial viejos y viejas, eran muy sus devotos; hazían a su honra mil fiestas y regozijos. Eran súbditos de éste, o compañeros, los diablos que llamavan "cuatrocientos conejos": Yiauhténcatl, Aculhoa, Tliloa, Patécatl, Izquitécatl, Toltécatl, Papáztac, Tlaltecayoa, Umetochtli, Tepuztécatl, Chimalpanécatl, Colhoatzíncatl; hasta hoy duran estos diabólicos nombres entre los principales.
A.-Otro desatino mayor que todos los ya dichos os dexaron vuestros antepassados: que los montes sobre que se arman los nublados, como son el Vulcán y la Sierra Nevada, y el otro vulcán de cabe Tecamachalco, y la Sierra de Tlaxcalla, y la Sierra de Toluca y otras semejantes, las tenían por dioses y ivan cada año a ofrecer sacrificios sobre ellos a los dioses del agua; y esto aún no ha cesado, que este pasado de 1569, yendo acaso unos religiosos a ver las fuentes que están sobre la Sierra de Toluca, hallaron en una de las fuentes un sacrificio o ofrenda muy reziente, de cinco o seis días antes hecho, que según dava a entender el sacrificio fue embiado de más de quinze pueblos; en todas estas sierras dichas hallarían cada año ofrendas nuevas, si las visitassen por el mes de mayo.
B.-Hazían vuestros antepassados a honra de estos montes y a otros semejantes unas imágines de tzoalli en forma humana con ciertas colores pintadas, las cuales llamaron tepictoton, las cuales hazían los ministros de los tlaloques por las casas de los populares. Y delante de estas imágines hazían sacrificios, ofertas y cerimonias con regozijo y fiesta, y pasada la fiesta, dividían entre sí las imágines y comíanlas. Esto más parece cosa de niños y sin seso que de hombres de razón.
C.-Otras locuras sin cuento, y otros dioses sin número, inventaron vuestros antepassados, que ni papel ni tiempo bastarían para escrevirlas.